David Cowley
FOTO: SIMÓN PARRALa historia comienza en drama. El anterior presidente del Jerez Industrial, Ricardo García, era desalojado de la presidencia por una moción de censura. Era un 28 de enero, a dos días de cerrar el plazo de fichajes. Los permanentes impagos habían vaciado la plantilla del club, en la que quedaban 14 jugadores. Un equipo más que modesto, sujeto en parte por la inversión en patrocinio de la familia Ruiz Mateos, se veía ante un imposible: ¿Cómo incorporar a ocho jugadores a coste cero en dos días?
La respuesta la encontraron en Montecastillo, a unos pocos kilómetros, donde se ubica la peculiar Glenn Hoddle Academy. Comandada por el legendario ex jugador y actual entrenador (y, entre medias, entrenador-jugador en el Chelsea) desde 2008. Se trata de una peculiar institución:recluta a jugadores, fundamentalmente británicos e irlandeses, que quieren mejorar pero no encuentran sitio en buenos equipos. Como en Gran Bretaña no existe el mismo concepto de filial que en España, muchos jugadores jóvenes que no consiguen entrar en buenos clubes ni siquiera para el equipo de reservas, firman por la academia, donde reciben entrenamiento intensivo de alto nivel y ceden sus derechos a Hoddle, que luego los vende a clubes si éstos los quieren.
JOAQUÍN BORNES
"Cuando comemos todos juntos pagamos a escote y les invitamos"
Así que en dos días, con la mediación de Javier Igeño (consultor de fútbol de la Academy), aterrizaron ocho jugadores en Jerez cedidos por Hoddle, que corre con los gastos (los jugadores tienen todas las necesidades pagadas, desde la comida a los dos pisos en los que viven o las clases de castellano que reciben) y les da una paga de 100 euros semanales. Sus nombres se han hecho habituales en Jerez: Pierre Hall, Michael Noone, Matthew Richards, Curtley Williams, David Cowley, Chris Fagan, Nick Beasant y Nathan Woolfe. Al club se le conoce ya como 'Los Ingleses'.
"Estábamos muertos, psicológicamente destrozados, y nos dieron la vida. Sin ellos no estaríamos jugando", dice Joaquín Bornes, capitán industralista, que chapurrea algo de inglés porque jugó en el Raith Rovers escocés y ha ayudado a su integración. En un equipo en el que los jugadores son mileuristas y poco más, 'Los Ingleses' y sus 400 euros mensuales son tema de conversación. "Cuando comemos todos juntos pagamos a escote y les invitamos", dice Bornes.
Curtley Williams
FOTO: SIMÓN PARRADesde el otro lado la integración también ha sido buena. Los extranjeros tratan de hacerse entender en español y de hacer equipo. "Yo no me echo la siesta, pero me encantan los bares de tapas", dice Chris Fagan, el jugador de más nivel de todos, internacional sub 21 por Irlanda y ex jugador del Manchester United. "Mi familia dice que tengo mucha suerte por venir a vivir a un sitio que para muchos ingleses significa 'vacaciones'. El sol aquí es fantastico", dice.
"Son muy educados y muy trabajadores. Tienen una gran ética. Es un placer entrenarlos", dice Nico Sosa, el entrenador, que afirma con guasa que de inglés va "cortito y con leche". Aun así, se hace entender. "Es una pena que hayan venido en la mala situación en la que estamos, porque para ellos es difícil. Podrían haber brillado más", añade.
El Jerez Industrial está a siete puntos de salvarse de descender a Tercera y quedan ocho jornadas. Lo tienen crudo. Pero, quizá, sea el comienzo de una carrera en España para estos 'Ingleses' que aparecieron de repente y ayudaron al Jerez a llevar con dignidad una temporada para olvidar.
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